La frase que da título al post es una cita de "Claude Debussy" (1862-1918), compositor asociado con el movimiento artístico impresionista frances, y a cuyas melodías los músico-terapéutas le han atribuido efectos positivos sobre la psique y el cuerpo de quienes la escuchan, por las atmosferas que recrean. Una de sus piezas más conocidas es "claro de Luna" compuesta en 1905.