sábado, septiembre 23, 2006

Lujuria Divina


"Anoche, el sudor de nuestros cuerpos juntos hizo que la blanca sábana que nos envolvía se diluyese y convirtiese en un mar plateado que nos cubrió por completo, impregnandonos el uno del otro, hasta hacer de nuestros rincones secretos uno sólo, hasta hacer que mi latir fuera el tuyo, y que nuestras miradas habitaran y llenaran mutuamente el vacio de nuestras almas."

"Homo-sapiensis"

Canto a mi mismo


Ya he dicho que no me considero un tio puesto en arte, ni en cultura, pero cuando encuentro "cosas" que me me gustan, procuro hacerlas mias de alguna humilde manera. hace años descubri a Walt Whitman, a través del "Canto a mi mismo", y desde entonces lo guardo en el baúl donde escondo mis pensamientos y emociones idealistas...

ME CELEBRO Y ME CANTO A MÍ MISMO


Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Vago... e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
para ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.

Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es su misión y no la olvidaré;
que nadie la olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de para en par las puertas a la energía original de la naturaleza
desenfrenada.