sábado, febrero 03, 2007

Del Amor más allá de la muerte...

El Taj Mahal (hindi : ताज महल, urdu : تاج محل) es un complejo de edificios construido entre 1631 y 1654 en la ciudad de Agra, India, a orillas del río Yamuna, por el emperador musulmán Sha Jahan de la dinastía mogol. El imponente conjunto se erigió en honor de su esposa favorita, Arjumand Bano Begum — más conocida como Mumtaz Mahal—, quien murió dando a luz a su 14º hijo, y se estima que la construcción demandó el esfuerzo de unos 20.000 obreros.

El emperador Sha Jahan fue un prolífico mecenas, con recursos prácticamente ilimitados. Bajo su tutela se construyeron los palacios y jardines de Shalimar en Lahore, también en honor de su esposa.

Mumtaz Mahal dio a su esposo catorce hijos, pero falleció en el último parto y el emperador, desconsolado, inició casi enseguida la construcción del Taj como ofrenda póstuma. Todos los detalles del edificio muestran su naturaleza romántica, y el conjunto hace alarde de una estética espléndida. En oportunidad de una visita realizada en 1663, el explorador francés François Bernier realizó el siguiente retrato del Taj Mahal y de los motivos del emperador para construirlo:

..."Completaré esta carta con una descripción de los dos maravillosos mausoleos que otorgan total superioridad a Agra sobre Delhi. Uno de ellos fue erigido por Jehan-guyre (sic) en honor de su padre Ekbar, y Chah-Jehan levantó el otro, de extraordinaria y celebrada belleza, en memoria de su esposa Tage Mehale, de quien se dice que su esposo estaba tan enamorado que le fue fiel toda su vida y a su muerte quedó tan afectado que no tardó mucho en seguirla a la tumba".

A poco de terminar la obra en 1657, Sha Jahan cayó enfermo y su hijo Sha Shuja se declaró a sí mismo emperador en Bengala, mientras Murad, con el apoyo de su hermano Aurangzeb, hacía lo mismo en Gujarat. Cuando Sha Jahan, muy enfermo ya, se rindió a los ataques de sus hijos, Aurangzeb le permitió seguir con vida en arresto domiciliario que cumplió en el cercano fuerte de Agra. La leyenda cuenta que pasó el resto de sus días mirando por la ventana al Taj Mahal y, después de su muerte en 1666, Aurangzeb lo sepultó en el mausoleo al lado de su esposa, generando la única ruptura de la perfecta simetría del conjunto.