Me refiero a un articulo publicado hoy en el diario "El País", sobre la nadadora estadounidense Dara Torres, quien a sus 41 años será la nadadora más veterana en la historía olímpica. Aunque hay polémica, ya que Dara necesita medicarse diariamente contra el asma, y eso ha hecho que algunos la tachen de tramposa. Lo cierto es que ella forma parte de un programa de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA), en el que una docena de atletas dan muestras de sangre y orina en cualquier momento. Pero la realidad es su tremenda capacidad de trabajo, reconocida por todos. Bate sus récords de hace ocho años y vence a nadadoras que podrían ser sus hijas, como Jessica Hardy, que la acompañará en los 50 metros libre de Pekín... con 20 años menos. Según Paul Whitten, médico y director ejecutivo de la Asociación de Entrenadores Estadounidense, "si el nadador no sufre lesiones y sigue entrenándose, puede estar tan bien a los 41 o 42 años como estuvo a los 25".
La verdad es todas estas historias de superación me atraen mucho, ahora que estamos en el mes olímpico además. Y también por el hecho de que personalmente, a mis 40 años me encuentro en un momento de vitalidad que no había vivido o sentido antes; por lo menos nunca antes había tenido el hábito de prácticar la actividad física que tengo en este último año. Indudablemente que creo que influye muchísimo la actitud, la conciencia de la autoestima, el saber que hay que cuidarse aún más cuando se llega a una edad, y eso se convierte en una especie de revulsivo que involucra y cataliza el estado mental o psicológico, por encima de la cuestión estética en sí. Es muy cierto que las endorfinas que se generan con la practica de actividad física tienen un efecto potente en esa vitalidad... Pero lo que más, personalmente, creo que puede motivarnos a las persona que hemos llegado a esta edad, es justamente tener esa vivencia de bienestar tanto físico como mental, que es diferente a la que se tiene entre los 20 y los 30 años, una energía menos visceral, más controlada y que por ello es más eficaz a la hora de aplicarla en nuestras diferentes fascetas vitales, de afrontar nuestros retos y situaciones de forma más positiva, de disfrutar con los demás e incluso de nosotros mismos. Asi que pongamos en práctica lo de "mens sana incorpore sano", nunca es tarde para ello.