La semana pasada tuve la ocasión de acudir a un concierto en el "teatre Nacional de Catalunya" titulado "Bach por Flamenco. Concierto de piano, violín, violoncelo, clarinete y además... caja, guitarra y voces, si; como lo leeis. La pianista en cuestión se llama Miriam Mendez, quien después de encontrarse en Italia con el gran pianista Lazar Berman, con quien trabajo la obra de Bach, orquestó este concierto, mezclando los sonidos de los instrumentos clásicos con instrumentos y recursos utilizados en el flamenco. En el escenario, el piano al centro; a la izquierda, los instrumentos clásicos; y a la derecha, el cajón, la guitarra y las dos cantantes flamencas... Se interpretaron entre otros el preludio No. 8, de clave bien temperado, libro I; J.S. Bach, y conmoviendo al público, preludio No.1 de clave bien temperado, Nana-Sevillanas. Mezclando el ritmo, los acordes y sonidos clásicos medidos con el duende y la mágia irracional de las voces y sonidos flamencos. En todo el concierto Miriam, la pianista estaba descalza; y al final, se juntaron todos los interpretes en el centro del escenario para fundir orgiásticamente ambas raices... Instinto y razón acompasados, celebrando el "preludio bachiano" con una fiesta de bulerias, en la que no faltó el baile de la misma pianista... Brillante, atrevidísmo, valiente, estremecedor... pero sobre todo placer para el oído, la vista y el espíritu.
