Hoy he tenido la ocasión de visitar un par de lugares, uno Altafulla, un pueblo casi en la costa, entre Barcelona y Tarragona. Discreto, pero con mucho encanto... Casas del siglo XVI perfectamente conservadas con sus patios de carruajes, muy cerca, una playa tranquila, sin turistas, y lo mejor... Los calçots! ( Cebolletas a la brasa, que se mojan en una salsa romanesco)... Especialmente el restaurante el "Faristol", establecido en una casa de "Indianos", con un jardin precioso, un servicio esmerado y unos calçots para hartarse... Fueron los primeros que he comido; aunque la temporada esta por terminar... Luego tuve la ocasión de visitar más hacia barcelona, en el termino de Sitges, y en el parque del garraf, el monasterio budista Sakia Tashi Ling, establecido en el Palau Novella, otra casa de indianos que data de 1890, con unos jardines preciosos; además de la Estupa Namgyal... el entorno permite apreciar unos atardeceres únicos, que adornan la paz que se respira en el mismo... Pro suerte, a pesar de la ley del ladrillo de la costa mediterránea, aun quedan pueblos con encanto
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2 comentarios:
Oye, antes que nada, no es por llevarte la contra, pero ves a Altafulla en Agosto y luego me cuentas dónde está la paz.
Vale ahora son los del pueblo, y sí todo se puede ver bien, pero prueba en verano.....
La gente tiende a salir fuera de España, y aqui hay lugeres preciosos ....
Los calÇots,me encantan y me gusta que me los sirvan en una teja, bueno y si los hacemos al fuego en la montaña,tambien.
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